Aun cuando esté sucediendo la tormenta más grande, cuando el máximo caos se avecine, cuando sea la noche más oscura, sigue habiendo una lámpara encendida dentro de ti. Aun cuando parezca estar tan mal como puede estar —, y no quiero subestimar cuán malo puede ser—, pero mientras que este aliento esté entrando y saliendo de ti, seguirás teniendo la compañía de lo Divino.