Hace mucho tiempo vino una persona y me dijo, “¡Ah, tengo un problema!” “¿Cuál es tu problema?”, le respondí y me contestó, “Perdí mi negocio”. Le dije, “Dime algo, ¿Naciste con ese negocio?” “Ah!, No, no, no. Yo lo desarrollé.” Le dije, “¡Oh, habrás aprendido mucho construyéndolo!”.Dijo “Sí, aprendí mucho y cometí muchos errores”. “Bueno, aprendiste mucho, ahora lo puedes hacer otra vez. Hazlo nuevamente, levanta tu negocio y asegúrate de no cometer los mismos errores. Lo harás más rápido”. Me miró y dijo “OK”. Y le respondí, “Pero hay algo más. ¿Tú piensas que estás aquí para tu negocio? ¿Qué tu felicidad está asociada con tu negocio? No lo está. Tu felicidad tiene que ver contigo y con los recursos internos que posees. Y si los puedes hallar encontrarás la alegría que reside dentro de ti, entonces podrás manejar tu negocio y no esperar lo que el negocio nunca te podrá dar. No estarás esperando de este mundo lo que nunca te podrá dar.”