Nos enamoramos y pensamos: “Ah, eso está bien; eso otro está bien; aquello está bien,” No, no, no, no, no. Permíteme decirte lo que realmente es el amor. No es tener una fotografía o comunicarse por carta. Es cuando no hacen falta regalos y el amante supremo ha construido su casa en el templo de tu corazón para no estar separado de ti ni por un segundo. Donde vayas este amor va contigo. Eso es el amor. Buenos momentos, ahí está. Malos momentos, ahí está. Nunca una palabra de agravio. Nunca una inflexión de desaprobación. Sin juicios. Ni por un segundo. Nunca. Bueno, malo; vestido, desnudo; bello, feo —todo queda atrás.