Cada día que existes, hay un deseo interior que nunca cambia, el deseo de estar contento. No importa lo que hayas tenido que pasar. No importa lo que hayas o no hayas tenido. No importa qué personas hayan existido en tu vida, seres queridos que están aquí o que se han ido. Con todos los cambios por los que has pasado, ese deseo interno de sentirte pleno nunca ha cambiado. Y nunca cambiará. Puedes contar con eso.