En nuestra cultura, en nuestra manera de pensar, lo que estamos buscando está lejos de nosotros. Se trata de obtener, no de descubrir. Se trata de lo que no tienes, pero puedes alcanzar. Tus metas. No se trata de lo que sabes, sino de lo que puedes saber. No se trata de lo que ya se te ha dado, sino de lo que deberías tener. Y así somos. No estoy juzgando, no se trata de juzgar. No se trata de qué está bien o qué está mal. Algo sucede cuando empezamos a ver que aquí estás tú, aquí estoy yo, aquí estamos. Existimos; a cada uno se le han dado tantas cosas y entre ellas, una es la vida, y otra es el aliento. Déjalo así. No lo hagas más complicado. Porque la gratitud no se trata de cómo deberían ser o de cómo podrían ser las cosas. La gratitud no se trata de cambios. La gratitud es apreciar lo que ya existe y sentirse agradecido por eso.
