Hay algo tan simple, que las mentes más complicadas no lo pueden desentrañar. Se da libremente, pero no se aprecia. Es recibido, y aun así, no se acepta. Se da en abundancia, y sin embargo es extremadamente limitado. Es tan valioso que toda la riqueza de este mundo no lo puede comprar. ¿Qué es? Solo hay una cosa que se ajusta a esta descripción —este aliento.