La paz ya está ahí. No es necesario traerla de otro planeta. No es necesario crearla o sintetizarla. Está ahí. No es el resultado final de una serie de acciones. Lo que se necesita es un proceso de descubrimiento, descubrir quiénes somos. Nuestras maneras de ver las cosas ocultan lo que realmente somos. Existe una belleza dentro de cada ser humano.