Lo más importante es: aquí está la bendición suprema, y no le prestamos atención. Le damos atención a lo que consideramos una bendición: ‘Dame un hijo, un trabajo, dame esto, dame aquello’ Pero somos más bendecidos de lo que nos damos cuenta. Y el día en que empieces a contar tus bendiciones, te asombrarás. Será entonces cuando comprenderás lo que realmente significa estar agradecido. Cuando el corazón está realmente pleno empiezas a comprender,la confusión desaparece y viene la claridad. Comienzas a ver la sencillez de la existencia. No se trata del éxito o del fracaso, sino de estar agradecido por esta vida.