Para mí la religión es como un dedo apuntando a Dios. Y sin embargo, muchas personas han dejado de mirar hacia donde apunta y se concentran en el dedo. Entonces dicen: "Mi dedo es mejor que el tuyo, mi dedo es más largo que el tuyo, mi dedo es más antiguo que el tuyo, mi dedo es más blanco que el tuyo. Y nadie está viendo hacia donde apunta el dedo.