Porque existes, harás una travesía. ¿Cómo será este viaje? No lo sabes. Nadie lo sabe. Se te ha dado la nave, el cuerpo humano, y por el solo hecho de que respira, de que existe, hará un viaje. Irá adonde realmente nadie ha ido antes. Quizá digas: "¿mi viaje será parecido al de la persona que está sentada junto a mí?" No. Porque hay infinidad de pequeñas variables, y eso hace que tu travesía sea diferente a la de cualquier otra persona. Tu manera de percibir, de pensar, de comprender es completamente única.