Si quieres brillar toda la vida, empieza con cada día, cada hora, cada minuto. Tener conciencia: estar consciente de que estás vivo, de que existes. El sueño más increíble, el deseo más increíble que alguien haya deseado, se ha hecho realidad. Tu maestra no debería ser la tragedia. Permite que la conciencia sea tu maestra. Puedes despertar cada mañana con admiración y con el corazón pleno. Estas son las posibilidades.