Suceden tantas cosas. Surgen tantas ideas. Y tu pequeña embarcación navega río abajo. Te digo: "Capitán, ¡despierta!" No es momento de soñar, amigo. Despierta. Mira, fíjate adónde vas. Si no lo haces, el desastre es inevitable. No es eso lo que necesitas en tu vida. Cada día debería ser una celebración.