Todo cambiará. Nada está exento del toque del cambio. El tiempo ha visto como se creó la Tierra. La ha visto enfriarse y cómo aparecieron los océanos. Tiene una paciencia infinita. Ha visto todo cambiar, cambiar y cambiar. De algún modo, el ser humano ha sido creado con la capacidad de sentir. De todas las cosas que puedo sentir, puedo sentir alegría; puedo sentir paz. Y tengo la posibilidad de que no me afecten todos los cambios. Sin preocuparme por el mañana o el ayer, puedo sentirme pleno. Cuando existe esa plenitud, es eterna. Todo lo demás está limitado por el tiempo.