Los más afortunados son los que dicen: ‘¿sabes lo que tengo que hacer hoy? Hoy tengo que estar en paz’. Porque no requieren de explicaciones, no son necesarias, aquellos que comprenden la posibilidad de estar contentos son los verdaderamente afortunados. Es posible ir hacia adentro y sentir. Sentir la claridad, en lugar de la confusión, la vida en lugar del conflicto, porque la vida no es un conflicto. Es la belleza que danza para ti.